El alto DETERIORO AMBIENTAL en el que se encontraba el ESPACIO PUBLICO en el centro de la ciudad de TULUÁ motivó a la administración a desarrollar un plan que tiene como objetivo RENOVAR los espacios simbólicos para la ciudadanía, como resultado de este, se optó por la renovación del PARQUE BOYACÁ, lugar que fue la plaza fundacional de la ciudad, localizado en el CENTRO URBANO, la cual con el transcurso del tiempo fue convertida en un parque ajardinado. Su planta simétrica respondía de igual forma a las cuatro manzanas que lo conforman, sin importar lo edificado y las ACTIVIDADES que se desarrollaban en su ENTORNO inmediato, su perímetro se encontraba retranqueado generando vías amplias, las cuales se habían convertido en zonas de parqueo y se encontraban invadidas por comerciantes ambulantes. Además, la disposición de la zona verde en AMPLIAS MATERAS, generaba un aislamiento con el entorno creando accesos al parque en sus esquinas y en la mitad de sus cuatro lados, siendo el espacio útil muy poco, lo cual junto al ALTO DETERIORO AMBIENTAL convertido el parque en un lugar INSEGURO, AISLADO y poco propicio para el encuentro.

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